¿Qué son los sueños?, algunos responderían diciendo que son premoniciones o predicciones del futuro, actos que se realizan especialmente cuando el cuerpo (físico) descansa; pero antes de seguir definiendo permítanme hacer una aclaración, los sueños a los que yo me refiero son a las aspiraciones, metas, proyectos que se han tenido y que se tienen en mente, para llegar a la felicidad del sueño cumplido.
Con seguridad lo anterior nos ayuda a darle otra perspectiva a los sueños o aspiraciones. Muchas veces cuando éramos niños y ahora como jóvenes o adultos pensamos en cambiar el mundo, en crear sociedades más justas y más humanas y de algunos otros cambios para mejorar algo del entorno que nos rodea, y estos eran los sueños que con seguridad aún perseguimos y que siguen guardados en nuestros corazones. La idea es alcanzarlos y por eso lo asemejo con una estrella que se dista lejos, pero que en muchas oportunidades no es tan lejana como pensamos; y no solo están los sueños anteriormente mencionados, también desde el ámbito profesional o personal, y por medio de ellos podremos conquistar aquellos que son más grandes; pero empecemos, pues, conquistando los sueños profesionales o personales que, sin lugar a dudas, aportarán una valiosa herramienta para nuestra realización de personas, o sea, ser lo que siempre hemos deseado.
Sin embargo, hay unos parámetros para que los sueños tengan mayor posibilidad de cumplirse y uno de ellos es entender y reconocer la realidad en la cual estamos situados, o sea, tener los pies bien firmes sobre la tierra; el segundo de ellos es que los sueños vayan encaminados a un bien común, bien que no debe pisotear la dignidad del hombre, sino su promoción.
Además, para alcanzar los sueños hay que luchar; viene a mi mente la canción combatiente del grupo maná; el combate de los sueños es uno que toca enfrentar con dedicación, con optimismo y con actitud positiva, no quiero parecerme al Señor Linares con esta última; pero si debemos ser fuertes para que podamos persistir y logar tomar con nuestras manos la estrella que en la noche brilla, para alumbrar la oscuridad y que en la mañana se une a otras tantas para dar vida y un rayo que divisa mientras corta la niebla de la mañana, contemplando el espectáculo de ver a un hombre feliz por haber alcanzado la estrella .
Por lo tanto, esforcémonos por alcanzar aquello para lo que fuimos creados, o sea, alabar a Dios con nuestra vida siendo felices en aquello que siempre hemos soñado y que con alegría y orgullo se pueda decir lo he logrado. El evangelista Marcos en su capítulo décimo, narra la bella historia de un hombre que Jesús cura y logra llegar a donde estaba él, porque la gente le gritaba “Ánimo, levántate, que te está llamando”(Cfr. Mc 10,46-52), que esas palabras resuenen en nuestro corazón en todos aquellos momentos en que sientas desfallecer. No dejemos de soñar, porque de sueños cumplidos se fortalece el hombre.
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