sábado, 31 de enero de 2009

En conmemoración...



Hoy la iglesia celebra la fiesta de Don Bosco, un Hombre que vivió en Italia, que descubrió la voz de Dios en su corazón, Voz que lo llamaba a servirlo especialmente en el trabajo a los jóvenes pobres y más necesitados. La bella experiencia que sintió a los nueve años, cuando el Señor se le revela y le indica que la misión de él es educar a jóvenes, misión que cumplió hasta su último momento.

Además, Don Bosco se convirtió para ellos en padre, maestro y amigo; alguien en quien podrían encontrar un apoyo, o sea, Don Bosco vivió amando su misión. Recuerdo con gran cariño muchas de sus palabras especialmente una que dedicaba a sus jóvenes, ésta es: “hasta mi último suspiro será por ustedes mis queridos jóvenes”, Don Bosco da a conocer con esta frase, que iba a hacer todo lo que él pudiera, con la ayuda de Dios, para cumplir la misión que él le había encomendado; que bonito sería pensar y decir esta frase, dar todo por cumplir aquello que tanto soñamos, no reservarnos, ni hasta el último suspiro.

Por otro lado, este gran santo se confió al amor maternal de María, aquella mujer bellísima, de resplandor que embellecía toda la creación y que tranquilizaba a todos sus hijos; especialmente bajo la advocación de la auxiliadora de los cristianos, tal fue la confianza de este hombre en la madre de Dios que también en algún momento de su vida diría: “todo lo ha hecho ella”.

En fin, hay un sin número de buenas enseñanzas que podríamos escribir de Don Bosco, pero quiero resaltar la fuerza de este hombre por cumplir lo que se le había propuesto, no le importaron las miles de dificultades que en un momento dado se le presentaron, las pasó teniendo su mirada en “el nuevo sol que nace de lo alto”.

Dios nos ha llamado para cumplir una misión específica, a todos nosotros, misión que hay que ir alcanzando, con la certeza de que no será sencilla, pero con la confianza de que el buen Dios está con nosotros; no me queda nada más que decir, solo puedo decir: Feliz fiesta de Don Bosco.

1 comentario:

  1. Pues hermano, espero que el gran fervor que sientes por Don Bosco te enseñe a imitar su respuesta al llamado del Señor... y no lo olvides... toma de todo aquello que escribes la mejor parte para ti, porque siempre en la vida somos aprendices antes que maestros... mi buen amigo me alegra tu amor por Don Bosco... el señor nos conceda un poco de su santidad...

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