“No tengáis miedo”, esta es una de las frases que resuena constantemente en los evangelios, especialmente en los pasaje bíblicos que se refieren al llamado o a situaciones muy particulares que vivían los doce apóstoles con Jesús.
Juan Pablo II, en su pontificado, también hacía varias alusiones a esta frase, especialmente cuando se dirigía los jóvenes; a no tener miedo a abrir las puertas y la vida al Señor. Jesús decía esta frase en todos aquellos momentos en los cuales, sus apóstoles se habían olvidado de que él estaba con ellos; seguramente en nuestras vidas y, en muchas ocasiones, hemos olvidado que el Señor esta con nosotros bendiciéndonos y acompañándonos, que no nos deja solos.
En nuestra vida cotidiana, sentimos temores y sustos por muchas cosas, por ejemplo, por nuevos retos, por momentos en los cuales uno se siente solo y simplemente se pregunta el por qué de todas aquellas situaciones, cuando uno cree que no puede, cuando las cosas nos salen bien, cuando llega la duda, en fin; además, muchos tenemos la particularidad de mirar el pasado con miras a cambiarlo cuando ya no se puede, solamente nos queda el presente y partir de este para construir el futuro, que nos es incierto, cada uno sabe que es lo que ha construido para ello.
Pero, la esperanza no defrauda, en los momentos más oscuros siempre esta la mano de aquel hermano, amigo, que la extiende para levantarte, que ante las tristezas y las alegrías siempre esta ahí contigo, personas que Dios ha puesto en nuestro camino y de las cuales se vale, él ,para decirnos que no hay nada de que temer.
Aunque, en muchas ocasiones a lo que le tenemos miedo, alo que nos asusta y a lo cual solo le encontramos una solución y es arrodillarnos ante el Señor, solamente para pedirle más fuerzas, pero también para agradecerle desde el corazón por aquellos que él mismo ha puesto en el camino.
Cuando escribía todo esto, solo quedaba admirado de la grandeza de Dios, que aunque los miedos estén ahí, él también esta ahí, llamando un domingo para ver como estás y desearte suerte en esa nueva semana.
jaja, Gracias por tantas piedras... espero nunca olvides esto que escribes, a mi me sirve volver sobre aquello que compongo, porque entonces comprendo... un abrazo
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